Patrimonio mundial: en seis meses empezarían los arreglos generales.
La primera partida de dinero, destinada a rescatar y reparar carpintería, surge de aportes municipales. Otros 300.000 pesos ya fueron asignados por el gobierno nacional para la segunda etapa de obras, que apunta a la recuperación general de la casa. “El pliego de licitación fue aprobado por la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos”, dice González, para garantizar extremo respeto al diseño original de Amancio Williams.
El detalle no es menor. Desde el Grupo de Gestión Casa sobre el Arroyo se alienta una recuperación para que la Unesco declare al inmueble como patrimonio mundial. “Es un patrimonio histórico artístico y requiere una restauración científica”, explicó a LA NACION la arquitecta Graciela Di Iorio, integrante de este grupo, que depende del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (Cicop). Y advierte que si la intervención es mala “se puede perder definitivamente” aquella posibilidad ante el organismo internacional.
La Comuna está en proceso de dar forma a una comisión de seguimiento de las obras, cuerpo que se integrará con profesionales designados por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Colegio de Arquitectos del distrito. Una ordenanza municipal prevé que, una vez completada la restauración, el edificio se convierta en el Museo y Centro Cultural Amancio Williams. Y en 2011, cuando venza el acuerdo firmado con Lago, el municipio tiene prioridad para renovar el convenio, incluso comprar la propiedad. El dueño le aseguró a LA NACION que no descarta la posibilidad de vender. Y que el Estado municipal tendrá durante un año la ventaja, ya establecida por escrito, de igualar la mejor oferta que pueda realizar el capital privado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario